¿Cómo te encuentras y cuáles son tus sensaciones?
“A día de hoy, las sensaciones son muy buenas. Hace poco que hemos empezado a trabajar la fuerza, pero la progresión es ascendente, que es muy importante. Hemos ido con mucha prudencia y precaución dando pasitos pequeños y creo que estamos yendo por el buen camino, aunque todavía queden pasitos por hacer. Estoy muy contento y optimista porque veo que cada vez me encuentro mejor y la evolución es buena”.
¿Cómo notas la mejoría física en tu día a día?
“Físicamente, notas la mejoría en cosas tan simples como ducharse, lavarse la cabeza y los dientes, abrir una puerta y cerrarla… Luego en el gimnasio los pesos van aumentando y la movilidad es cada vez mejor, pero el primer cambio de poder lavarse los dientes con la derecha ya fue todo un logro”.
¿Sigues pensando en ello cuando vas a usar tu brazo derecho o tu mente ya se ha olvidado de eso?
“Es una de las cosas que más me costó. Una vez el doctor me quitó la inmovilización y podía usar la mano derecha como antes, pero sin pasarme, en gestos del día a día, tenía que forzarme y no me salía, iba con la mano pegada al cuerpo. Todo esto también es un ejercicio de mente, de intentar forzarte y pensar durante las dos primeras semanas que tienes que usar la derecha y volver a la normalidad”.
¿Cuál es tu programación hasta que puedas volver a subirte a la moto?
“Ahora está yendo muy bien, cada vez me encuentro mejor en el gimnasio y la diferencia entre brazo izquierdo y brazo derecho es mucho menor. Físicamente, ya estoy a sitio a nivel de cardio y tórax, que es lo más importante. Ahora estoy esperando a que el médico me dé el alta a nivel óseo y que muscularmente me sienta bien para coger una moto, pero cada vez siento que está más cerca”.
¿Cómo es tu día a día ahora?
“Me despierto a las 8 y de 9 a 11 hacemos la primera sesión de fisio-gimnasio. Luego, desayuno algo y me toca la parte de entreno de cardio, que puede ser bicicleta o correr hasta el mediodía. Luego como, una siestecilla pequeña y de 16 a 18 hay la segunda sesión de fisio-gimnasio, en la que trabajamos músculos más específicos para la moto. Luego meriendo y de 19 a 21 es mi tiempo libre”.
Mentalmente, ¿cómo estás afrontando esta parte final de la recuperación?
“Es la que más cuesta, porque ves que lo tienes y quizás ya podrías, pero es cuando tienes que estar más calmado. Físicamente te empiezas a encontrar preparado, pero sé que es mejor hacer las cosas poco a poco. Cuando me den el alta, me gustaría pilotar una moto de nuevo antes que una MotoGP para ver cómo me encuentro, entonces volveré lo antes posible, pero siempre y cuando me sienta listo y con la suficiente fuerza y capacidad”.
¿Cuál crees que será la primera moto a la que te subirás?
“El plan es intentar subir primero a una moto más pequeña para entrenar en circuitos más pequeños. Si me encuentro bien, el siguiente día ya intentaré coger una moto más grande, como una CBR 1000 de calle, para volver a entrar a un circuito grande y sentir la velocidad de 300 km/h y volver a mi estilo de vida poco a poco”.
Tu equipo ya ha iniciado los Test de MotoGP en Catar y no has podido estar con ellos para subirte a la moto. ¿Cómo estás viviendo esta situación?
“Lógicamente, me hubiese gustado estar en el arranque, porque los primeros entrenamientos de la temporada son de los más importantes, porque vienes de un invierno parado, yo de un año parado, tienes que volver a ir rápido en una moto, a entenderla, volver a pilotar una moto, encontrar otra vez esa sensación de la velocidad. Me hubiese gustado estar allí, porque a parte hay todas las cosas nuevas, piezas nuevas que trae Honda, que ha trabajado durante el invierno. Pero bueno, sé que están haciendo un gran trabajo, sé que me esperan con los brazos abiertos y yo con ganas de volver lo antes posible”.