Saliendo desde la primera posición de la parrilla, Marc Márquez se colocaba quinto en la primera curva, y adelantaba a tres pilotos antes de completar la primera vuelta, situándose primero al inicio de la segunda.
Desafortunadamente, el campeón del Mundo de 2018 se vio obligado a retirarse después de que su motocicleta se dañara a consecuencia de un contacto con Johan Zarco en la vuelta 6: el francés golpeó inesperadamente la parte trasera de la motocicleta de Márquez cuando éste frenaba en la curva rápida al final de la recta de meta, y se fue al suelo, afortunadamente sin consecuencias. Marc fue capaz de mantener el control de su moto y evitó la caída, pero no pudo continuar la carrera y acabó entrando a boxes.
Marc Márquez: “Al principio no he entendido qué había pasado exactamente y me he enfadado, porque he notado un golpe desde atrás. No he podido continuar porque el sillín se ha roto y se movía mucho. Era imposible pilotar. Cuando he llegado al box y he visto el vídeo, lo he entendido. Ha sido un lance de carrera, porque en ese punto de la pista se llega a mucha velocidad, por encima de los 300 km/h. Yo iba detrás de Miller, de hecho, incluso he frenado un poco más tarde de lo normal y he sentido el golpe de Zarco, que había cogido los rebufos de los dos».
«Quizás lo podría haber tenido en cuenta, pero para mí solo es un incidente de carrera y ya he hablado con él. Lo que puedo decir es que hoy me considero muy afortunado y lo más importante para mí es que los dos estamos bien”.
“Hoy estaba muy concentrado y la carrera estaba yendo según lo esperado. He ido delante durante un par de vueltas y entonces he decidido estar en el grupo y esperar un poco. Tenía ritmo y sentía que podía luchar por la victoria. Desafortunadamente, nos vamos con un cero en Phillip Island, pero si el año que viene puedo ganar el título en Japón otra vez y aquí vuelvo a no terminar la carrera, firmo ahora mismo. Ahora toca concentrarse en la próxima carrera”.